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RUPTURA EN LA IZQUIERDA BOLIVIANA: La derrota de uno será la derrota de ambos

Por Julio Raúl Chullunquia

Publicado: 2023-12-17

En estos últimos meses se ha venido dando un cisma político dentro del partido más relevante en la política boliviana, el Movimiento al Socialismo (MAS). Sucede que se aproximan las elecciones presidenciales para el 2025 y hay una férrea disputa entre dos líderes históricos.

Por un lado, tenemos a Evo Morales, un líder social, un estadista sumamente carismático, con alto apoyo de los sectores indígenas más pobres y el recuerdo de una gestión gubernamental exitosa de 13 años.

Por otro lado, Lucho Arce, que no es un líder social ni muy carismático, pero que ejerce un liderazgo estatal como presidente de la república, de un perfil social más mestizo, con gran bagaje técnico-académico, profesor universitario, considerado en su momento como uno de los mejores ministros de economía del mundo, responsable del diseño e implementación de la exitosa política económica boliviana en el gobierno de Evo. Todo ello le brinda a Lucho el apoyo de determinados sectores sociales.

Hay que reconocer que Evo tiene un gran arrastre electoral; pero ya no suficiente para ganar solo. Lucho tiene gran apoyo de los jóvenes y por estar a cargo del gobierno, pero no puede ganar sin Evo.

Estamos ante un enfrentamiento casi fratricida entre dos líderes por ser el candidato presidencial para el 2025.

Las encuestas dicen que, si las izquierdas van divididas, pierden. Evo sacaría un 30%, Lucho 25% y la derecha 40%.

Siempre ha sido un problema para todos los progresismos del mundo: ¿Cómo gestionar las transiciones de grandes liderazgos carismáticos?, Pero eso lo analizaremos en otro artículo aparte.

Lo que queda por hacer a estos dos grandes líderes políticos de izquierda es poner por delante a la gente. Porque ya sabemos cómo es la derecha en Bolivia, es masacre a los alteños, discriminación a la mujer de pollera, significa expulsión de los indígenas del poder, es el racismo rabioso y explícito de los blancos contra los indígenas.

¿Por quién me inclino?

Yo como especialista en política económica, no voy a ocultar que tengo una gran admiración política y académica por el profesor Lucho Arce, lo sigo desde que empecé la universidad, mucho de lo que sé en lo profesional, lo aprendí de él. Mi corazón me dice que el profe Arce debiera ser el candidato para el 2025.

Pero la razón y el cerebro me dicen que lo correcto para Bolivia es siempre reivindicar un liderazgo indígena sobre todo por su historia de racismo y discriminación.

Se me ocurre que Luis Arce podría aportar proponiendo a los candidatos a senadores y diputados, encargarse de lleno de la nueva política económica. En todo caso, la solución pasa por pedir a ambos líderes una dosis de generosidad histórica y que no les enceguezca la ambición personal.

El liderazgo mestizo tiene que devolverle el mando del Estado Boliviano a los indígenas que le prestaron temporalmente el poder el año 2020.

Una vez resuelto el tema de la candidatura, ambos líderes ,rápidamente, se tienen que avocar a lo realmente importante.

Lo que a la ciudadanía le importa es que va pasar con la economía, cómo Bolivia va volver a crecer a tasa de 6%, cómo mejora el empleo, cómo se industrializa su país, cómo se amplían los derechos para los trabajadores.

Eso es lo que le importa a la gente de a pie, al obrero, al campesino, al comerciante, al maestro. La izquierda boliviana tiene que volver a ello, a las reformas de segunda generación del progresismo boliviano.


Escrito por

Alejandra Martinez

Periodista egresada de la PUCP con experiencia en periodismo digital en temas de política y economía


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