A nuestros referentes los ponen en polos, en banderas y les componen canciones. Les hacen documentales, sus vidas inspiran, sus ejemplos fecundan. Los transportistas pegan sus imágenes en tapabarros y parabrisas. Sus legados llenan bibliotecas, sus nombres nos llenan de orgullo. Son materia de estudios universales y honestos. Gritamos en alto: Fidel y Micaela. Escribimos con el mismo entusiasmo Marx y Mariategui. Le ponemos Ernesto y José Gabriel a nuestros hijos. Nuestros referentes pasan por décadas y siglos y se hacen más sabios, mejores humanos. Duros como Manuelita no pierden la ternura. Con sotana o verde olivo sigue siendo rojo el evangelio de Camilo. Y miren si tendremos diferencias nosotros. Pero no le regalamos a Simón a las críticas del enemigo. Pero no nos van a convencer que hizo lo incorrecto Velasco. O que el levantamiento de Hugo Blanco no fue justo y necesario. O hacernos olvidar que fue un Barrantes quien casi cristaliza nuestros sueños. Ni dioses, ni perfectos. Bien humanos y con defectos. Con el hedor del que nos habló un tal Lenin de taras difíciles de sacar. Y por eso su grandeza, porque con los pies en el fango nos hacen tocar la cima moral de nuestra especie. 

En cambio a los tuyos amigo fascista. A los tuyos no hay un Benedetti ni Neruda que les regale un verso. No tienes una Sosa ni un Rodríguez que les cante. No hay un Guayasamin que les haga una pintura ni les organice un concierto. Y por eso te queda hoy el panfleto lleno de odio, la negación histórica, la mentira oficial, la carta que firman sicarios políticos, genocidas y los ignorantes con plata que ya no pueden quemar bibliotecas, prohibir libros, perseguir intelectuales o matar maestros y estudiantes como hicieron durante un siglo. Te desespera recordar que es de un tal Heraud del que se sigue hablando y no del soldado que lo mató. Te enloquece que pasen las generaciones y sea consenso que vivir en la feudalidad hizo que se levantará De la Puente y Lobaton.

Tu sigue adorando oculto y con vergüenza a Benito, Adolfo y Franco. Y sigue agonizando porque se ya no hay forma para que alguien con algo de historia a cuestas venere a Videla, Pinochet y Fujimori. Y si quieres sigue firmando cartas para prohibir películas y documentales, total para nosotros siempre será una oportunidad de recordarte el abismo que nos separa y nuestra próxima victoria.