Recientemente las izquierdas de nuestro país fueron duramente criticadas por su votación en el congreso ante la vacancia presidencial: presuntamente, el Frente Amplio por apoyar un golpe de estado y El Nuevo Perú, con su abstención de voto, de permitir indirectamente el indulto al expresidente Alberto Fujimori.

Ante un escenario donde su disputa política con las fuerzas de derecha es asimétrica, como la de David y Goliat, no solo por carecer de recursos económicos sino de medios de comunicación masivos, se esperaría que las fuerzas progresistas tendrían que estar unidas; sin embargo, actualmente tal situación no es la que se viene dando.

En esta oportunidad contamos por la participación de Humberto Lovatón quién nos explica el voto de las izquierdas ante la vacancia presidencial y una perspectiva futura de las fuerzas progresistas de cara al 2021.

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PPK no fue vacado, Fujimori fue indultado y los electores y militantes de los partidos de izquierda comenzaron a buscar culpables entre sus representantes en el Congreso.

Lo cierto es que las razones por las cuales los partidos políticos de izquierda representados en el Congreso tuvieron actuares distintos, son el resultado de su lectura de las tendencias sociales, opinión de sus bases, análisis político y la posición estratégica que tienen en el Congreso de la República.

Todos los partidos analizaron los pros y contras de la vacancia del presidente, y era evidente que la percepción de los tres temas cruciales: indulto a Fujimori, Golpe de Estado y copamiento de poderes de Estado por parte de Fuerza Popular; generaron los diversos comportamientos de las izquierdas. Así, desde la moción de vacancia presentada por el FA hasta la división en el voto de Acción Popular (AP) pasando por la salida del hemiciclo del Nuevo Perú (NP), son el resultado de lo que en algebra se llama “Sistema de ecuaciones con soluciones infinitas”

Por tanto es irrisorio pensar que alguna de las izquierdas habría querido o apoyar un Golpe de Estado o coludirse con el gobierno de turno. El problema es que explicar la complejidad de la ecuación y sus comportamientos en el Congreso a los ciudadanos de a pie le está generando espacio a la Derecha para acusarlos de “socialconfusos” y otros adjetivos de corte político.

foto: alejandra martinez

Frente a estos hechos las izquierdas ahora necesitan superar sus egos, comunicar sus decisiones, limpiar sus cicatrices y dejar de ser esas Izquierdas que la Derecha necesita. Sus diferencias son grandes y más grandes sus enfrentamientos, pero estos en muchos casos son de método y estrategia. Por lo tanto es posible, hablando en lenguaje de lógica matemática, que las izquierdas quizás no vayan a ser una unión de conjuntos pero si un producto cartesiano. Para decirlo de manera sencilla: Cada izquierda tiene que existir, cada izquierda interactúa con las otras formando pares ordenados y guardando su identidad.

¿Por qué es necesario este tipo de teoría de conjuntos en política?

En primer lugar porque en el terreno político peruano ha comenzado una especie de purga de actores, tanto de Izquierdas como de Derechas.

 A causa de la corrupción muchos políticos entrarán en periodos de hibernación (en política no existen cadáveres), ya sea por acusación directa o por contaminación dejarán de ser expectantes e indispensables para sus agrupaciones. Esto generará un déficit de “Políticos (varones y mujeres) honest@s” y será necesario cubrir esta demanda.

En segundo lugar porque la Derecha ya empezó sus procesos de renovación y visibilización de cara al 2021, no es casualidad que el congreso del PPC haya designado a algunos nuevos coordinadores. Tampoco es casualidad la exposición mayor en redes de Kenji Fujimori, la exposición del Ministro de Cultura (que acaba de renunciar), las apariciones constantes de Yamila Osorio Gobernadora Regional de Arequipa, Cesar Acuña (hijo), etc.

En tercer lugar porque se vienen las justas electorales regionales y de gobiernos locales, estas serán el preludio y el anuncio de lo que será la campaña del 2021. Estas tendrán su mayor escenario en las redes sociales y canales locales, se medirán en likes y dislikes, estarán contaminadas por fake news (información deliberadamente falsa), se trabajarán con post verdades (expresiones que le dan más importancia a la emoción y a la opinión que a lo fáctico), estarán alimentada por acusaciones a la carta, juicios pendientes, videos íntimos, whatsapps difamatorios, etc. es decir que la moral será un bien preciado y la “criba” de la clase política tendrá mayores víctimas por lo que la escases de agentes políticos será más evidente.

En cuarto lugar porque es necesario salir del clivaje Fujis - Antifujis, ya que en lo único que puede desembocar esta polaridad es otro gobierno de Derecha que solo cuestionará la moralidad de la candidatura de uno de los hijos Fujimori más no el modelo político-económico.

Para resumir el dilema de la izquierda en términos armónicos: 

"Si bien una sinfónica política de izquierdas en el Perú es imposible, tocar un instrumento particular con tonalidad distinta puede hacerles pertenecer a la misma filarmónica-zurda."